viernes, 24 de junio de 2016

Inercia


Veámoslo de esta forma. Todo lo que está a tu alrededor muere. Tus deseos incluidos en la bolsa mueren, tus anhelos, tus aspiraciones, tus sueños, inclusive tus pecados más perversos se ven deteriorados hasta la nada misma, tus más antiguas maldades dejan de existir. No queda nada, salvo tu mente, en blanco, temerosa, quieta, inerte, ajena a todo tipo de conflicto residual, muda frente a ese final tan anunciado.
¿Qué harías al no tener respuestas?
¿Qué harías al no tener dudas?
¿Qué queda cuando ya no queda nada?
¿Insistimos por el mismo camino, tercos, convencidos y firmes, o cambiamos de plan y nos convertimos en todo aquello que alguna vez criticamos, y hasta llegamos a odiar?
¿Cómo darnos cuanta si avanzamos por instinto o inercia?
¿Qué hacer cuando el rival se te viene encima con furia, te acecha, te roba seguridad, te maltrata psicológicamente, y salir jugando ya no es una opción viable?
¿A dónde ir cuando huir ya no tiene sentido?
¿En qué momento es válido entregarse?
Solemos decir que hay que morir con las botas puestas, pero… ¿Cuántas veces viste a la muerte a los ojos y la desafiaste ajustándote los cordones?
¿Podemos presumir de nuestro espíritu anárquico?
¿Cuántas veces ofertaron por tu alma?

El mejor Postor aún no llega. 

lunes, 20 de junio de 2016

Los Clandestinos de Siempre - Capítulo I

“Nos quisimos tanto,
que nos herimos tanto”

Pato Duhalde.


Tengo insomnio.
Siempre tengo insomnio.
Uno aprende a convivir con este problemita de no poder dormir. A veces uno no sabe si se está por enfermar o simplemente tiene sueño, otras no sabe si se padece una anemia gigante, falta de vitaminas o solo le hace falta descansar. Lo mismo ocurre con los ataques de ansiedad y pánico, uno ya puede verlos venir, siente los primeros síntomas y sabe que no zafará del mal trance. El pánico es como un orgasmo, se siente, se anuncia, se espera, es inevitable impedirlo. Con el tiempo uno aprende que no se morirá, y eso, en cierta forma, alivia un poco el sufrimiento. Las primeras veces, en pleno clímax, en el punto máximo del ataque llegué a tener la lucidez de imaginar mi funeral, lloré por mi madre y pensé en mi papá. “Hasta acá llegué”, pensé en ese momento de extrema tristeza, creyendo estar sufriendo un infarto. Traté de ver quiénes serían los que concurrirían a mi velorio, allí no había demasiada gente, eso me alteró aún más. Traidores del orto. Si muero solo quiero una cosa, que Ángela esté allí, solo necesito sus lágrimas para irme de este mundo en paz. Pero en mi visión ella no estaba, y suponiendo que esté, una posibilidad es que no llore por mí.
El doctor luego de varios zamarreos pudo hacerme regresar. Yo le decía que no podía respirar, que no ingresaba oxígeno en mis pulmones. Me hizo entender que en un ataque de ese tipo los “no sé qué” se dilatan y que ingresa más oxigeno que nunca. Fin del cuento. Me calmé. Desde entonces el pánico está, pero ya sin escenas de muerte. Para todo lo demás existe la Sertralina y el Clonazepam.
Uno convive con todo eso. Hasta se le termina tomando cariño. Si no hay síntomas por algunos días hasta se los extraña. Así cuando se siente una fuerte puntada en la cabeza es imposible saber si es un principio de ACV o simplemente el pánico. Lo mismo ocurre con el dolor en el pecho, ¿infarto o pánico?, ¿gripe o pánico?, ¿neumonía o pánico?, ¿cáncer o pánico? Siempre pienso que a lo mejor algún día sufriré un infarto verdadero, pero que acostumbrado a los presiones en el pecho diría “ya se va a pasar”, y la historieta terminará conmigo reprochándole a Dios por mi absurda muerte.
-Usted no tiene códigos – le diría yo.
Él solo se encogerá de hombros, y reflexivo de su error me permitirá bajar al infierno los fines de semana.
De esta forma paso mis días. Delirando sin escrúpulos. Sin vergüenza. Con pasión y creatividad excesiva. Con fiebre. Sobre todo fiebre.
Ángela no se asusta de todo eso, y quizás sea eso lo que me atrae de ella. A su lado puedo ser yo mismo sin necesidad de actuar, fingir o mentir. Me quiere y me odia por lo que soy. Frente a ella puedo decir frases como “soy un vampiro”, “estoy poseído”, “sueño con el Diablo”, y aun así ella permanecerá a mi lado, cuando otra mujer, en condiciones iguales, saldría corriendo y me bloquearía de todo tipo de contacto virtual y tecnológico, si es que no consigue la orden de un juez para impedirme que me le acerque.
Estos últimos días traté de contactarme con ella, pero sus padres no le permiten atender el teléfono, lo contestan ellos, y después de relajarme a merecidas puteadas me cuelgan. Estoy bloqueado en las redes sociales. Comienzo a escribirle un poema, pero ya le hice tantos que me repito a mí mismo y lo tiro a la basura, papelera de reciclaje en realidad. Lo mismo hago con la música, empiezo a maquetear lo que será el nuevo disco de los Educadores cuando alguien llama a mi puerta. Las opciones eran dos, o son esos que predican la palabra del Señor o es Dolores, la única que viene mi casa sin previo aviso, el resto de mis conocidos saben que deben anunciarse con tiempo y hasta pedir cita para verme.
Por suerte era Dolores, la última vez que atendí en unos Evangelistas me agarraron en un momento de fragilidad emocional, los dejé ingresar, les ofrecí café y casi logran convencerme que mi vida estaba llena de pecados y que debía redimirme, además la minita estaba linda, y me pregunté si ella habría sido tan o más pecadora que yo, y esa imagen me alegró el día, tal vez ella buscaba su perdón predicando la palabra de Dios puerta por puerta.
-El cielo es un lugar caro – pienso.
Dolores me dice que surgió la posibilidad de tocar en La Paz, en Bolivia, y que gracias a Braian íbamos a tocar en Bruselas, porque conocía a alguien que conocía a un productor que escuchó nuestros discos y nos quería llevar a tocar hasta allá. Lo daba como una certeza, algo confirmado. Yo no había vuelto a hablar con ella luego del show de San Luis, hacía unas tres semanas.
-¿No estás enojada? – le pregunto.
-¿Enojada? – hace una pausa – No boludo…
Apoya su mano sobre mi hombro y me dice que “somos dos cabrones, nada más”. Dolores es otra de las personas que no huye de mis trastornos, y eso me reconforta. Le pregunto si sabe algo de Ángela, me dice que está bien, pero que “ni por puta” va a poder venir a la gira, y que apenas termine con el tratamiento que le obligaron a hacer sus padres tiene muchas ganas de verme. Una parte de mi alma regresa a mi cuerpo, supongo que se me nota en la cara.
-Ay, la querés – se burla Dolores.
Le hago ver que sin Ángela no tengo un sostén psicológico ni físico, y que la prensa nos va a enloquecer. Me dice que ya pensó en todo, y que habló con Victoria y ella va a viajar con nosotros para hacer de “chivo expiatorio”, la prensa al verla se tiraría encima de ella y me dejaría tranquilo a mí.
-Vicky está con unos problemitas graves con su ex pareja – me cuenta – Así que no tiene problemas en viajar con nosotros, ya sabe que va como carne de cañón y está de acuerdo en ayudarnos. Ya consiguió quien cuide a Tadeo y todo.
Una parte de mí se sintió aliviado. Pero otra, la más oscura, sintió celos de Vicky, que me quite protagonismo en mi propia gira no era algo que me gustara demasiado.
Tuvimos que hacer una reunión con ella para aclarar algunas cosas. Yo iba directo a la yugular, quería que supiera que la estrella de este proyecto era yo, que no se confundiera, que si prefería quedarse quizás sea lo mejor; pero la noté bajoneada de verdad, sus ojos no brillaban como era su costumbre. Guardé silencio mientras ella me contaba los problemas que estaba teniendo. Había vuelto a beber y no estaba comiendo bien, además de las ya insoportables peleas con su ex novio.
-Voy porque me lo pidió Dolores – me aclara sin pelos en la lengua – Vos me parece que estás subido al poni mal, estás re creído.
Allí mi piedad finalizó y contra ataqué con la más pesada de las municiones.

“Dos que se quieren se dicen cualquier cosa”.

miércoles, 15 de junio de 2016

INERTES

Nos escondemos tímidamente bajo las frazadas más finas por temor a que el monstruo de la infancia aparezca, no queremos mirar en la obscuridad por miedo a ver algo, o peor aún, por miedo a no ver nada, porque la presencia y la ausencia asustan por partes iguales.
Permanecemos a ciegas sin enfrentar la desidia, orgullosos, creyendo que avanzamos indiferentes a la nada, y que todo aquello por lo que luchamos en su momento ha servido para algo, pero no, claramente no, el miedo más profundo, el verdadero, permanece, ese miedo que nos abraza desde los comienzos y no puede ser derrotado, es invencible, es inmortal, estuvo antes que nosotros y estará después, simplemente existe.
Nos queda entonces la resignación de saber que hicimos lo mejor que pudimos, no alcanzó para nada, pero dimos todo, en vano.
Nos miramos al espejo, ¿y qué nos queda?, el efímero consuelo de la existencia, observamos al cielo por las noches y vemos estrellas, un satélite y nubes que pueden acarrear consigo gigantescas tormentas, pero no mucho más que eso, quizás con un telescopio podamos ver lejanos planetas, vida alienígena, eternidad, pero solo eso, bajamos la vista entonces y vemos, lejano, el horizonte en el mar con sus olas, sudestadas, tsunamis, vemos y hemos sentido su poder de destrucción, estamos aquí tan solo porque ellos quieren, estamos porque se burlan de nosotros, ¿y nosotros que hacemos?, simplemente nos miramos al espejo y buscamos explicaciones donde solo pueden existir interrogantes.
Por momentos gambeteamos ese miedo con difusas estrategias, con dignas maneras de alterar la realidad, consumismo, felicidad, arte, sexo, drogas, deportes, religión, pero el miedo sigue allí, nos suelta la correa un poco, no da migajas de libertad mientras descansa, pero sigue allí, nos hace creer que nos libramos de él, pero al menor síntoma de debilidad regresa, nos mira, nos susurra al oído desde nuestras más antiguas pesadillas, siempre encuentra la manera de hacernos saber que nos está observando, sonriente, con una copa de fino licor en sus garras, saboreando la inevitable victoria, él no puede perder ni aunque tenga ganas, aun abandonando el juego, el miedo lleva las de ganar.
Algunos lo han enfrentado y terminaron sus vidas padeciendo fiebre, locura y delirios, generalmente estos héroes que se atreven a desafiarlo son poetas, tercos, testarudos, necios, arrogantes. Son de ese tipo de personas que para salir de un pozo continúan cavando, ellos libran épicas batallas sabiendo que perderán, pero aun así pelean, no importa si truena, llueve, hay rayos, huracanes o tornados, ellos pelean, se secan el sudor de la frente y pelean, si se caen se ponen de pie y pelean "¿eso es todo lo que tienes?", le gritan al cielo y el cielo ataca nuevamente, si son derrotados aparecen refuerzos, siempre habrá batalla, los poetas son mártires que merecen nuestro respeto.

Nosotros tan solo permanecemos aquí mirando televisión, comiendo comida chatarra, rápida, leyendo comerciales Best Sellers, inseguros, ingenuos, consumiendo medicamentos, deliciosos psicofármacos que nos impiden soñar, deseando culos inalcanzables, hacemos de una astilla en el dedo un drama, estamos enfermos,  somos zombies, esclavos dolientes pero felices, estamos tristes, maltrechos... inertes.

lunes, 13 de junio de 2016

Crímenes Perfectos - Capítulo III

Tengo insomnio.
Siempre tengo insomnio.
A veces siento mareos, no tengo forma de saber si se deben a alguna falla de mi organismo, si es por el pánico, por una baja de presión, por el insomnio, o porque una tragedia está por venir. Simplemente me mareo. Miro el lugar colmado. Esta vez no hay blancos en la parte trasera, realmente no cabe un alfiler. Los cuerpos chocan entre sí luchando por mantenerse en pie, aunque no hay espacio para caerse, inevitablemente se chocaría con otro cuerpo que impediría la caída. Los hombres ya están en cuero con sus torsos bañados en sudor. Algunas mujeres hacen lo mismo solo que lucen una bikini sentadas sobre los hombros de algún amigo. Hay humo porque tenemos una de esas máquinas que tiran humo, y pienso que tal vez no sea buena idea. Los más fieles y fanáticos están hace horas aferrados a la baranda de seguridad, una primera fila incómoda, solo la muerte haría que soltaran esa baranda. Son los primeros en gritar cuando la moto acelerando que abrirá el show comienza a sonar, y son los primeros en gritar “vamos Lole”, cuando ella hace sonar los tambores que anuncian el corte que dará rienda suelta a la pegadiza melodía de Moves Hot.
Estoy mareado, me cuesta respirar y la imagen de Ángela agonizando se me repite en mi retina una y otra vez. Me siento un mártir. Tengo que hacer algo que no quiero para evitar un mal mayor. Se me vienen a la mente también las imágenes de la represión policial en las afueras. Por inercia, azar y suerte, mis dedos tocan el teclado justo a tiempo. Comienza la melodía principal y como  ocurrió en Córdoba no escucho absolutamente nada. La gente canta y salta, no le importa que Ton no tire octavas en su bajo, que Braian no use efectos en sus guitarras, que Lole meta platillos donde no van. A la gente no le importa que la mujer que amo pueda morir de un momento a otro, ni que la justicia federal nos separe. A la gente no le importa que los hayan cagado a palos afuera, ellos creen que valió la pena.
Con la adrenalina en niveles más bajos comenzamos a tocar la segunda canción, una joyita según la prensa especializada, Vampire’s Blues suena relativamente bien, es una canción larga, con varios cambios, y no nos caracterizamos por ensayar mucho. Confiamos en nuestras limitadas aptitudes artísticas, recuerdo en plena canción mi etapa de estudiante, jamás estudié, de hecho en algunas materias ni siquiera tenía carpeta. Me alcanzaba con prestar atención en clase, o repasar una noche antes de los exámenes para aprobar. Claro que no tuve un promedio de diez, pero me las ingeniaba para aprobar, utilizaba el tiempo de estudio en otras cuestiones mucho más importante para mi existencia, leer a Sábato, estudiar el renacimiento, escuchar blues, dibujar, escribir. Pienso en la primera canción que compuse, un country en La Menor, y pienso que casi veinte años después aun continúo componiendo en La Menor, de progreso simplemente las ganas, pero cuando se hace de las limitaciones una virtud, la honestidad del proyecto es más fuerte, y por ende, también la calidad. Sonrío sabiendo que los grandes clásicos de la música están compuestas en esa misma tonalidad y me consuelo, solo, como un tonto.
Cuando vuelvo en mí es demasiado tarde, le erré de nota y me perdí. Bauer salva la papas con un arreglo de guitarra interesante a la vez que Lole viaja por su batería como si supiera, caemos los tres juntos y la gente explota, hasta damos la sensación de haber ensayado nuevas versiones, distintas a la de los discos.
Hago un chiste machista que festejan hasta las mujeres del público. Me ovacionan. Escucho del fondo del escenario un insulto que viene de Dolores, digo algo así como que “la abuelita” quiere poner orden, todos me celebran las palabras, me aplauden y Lole queda en ridículo.
La banda cada tanto se pierde. La gente no se da cuenta porque en realidad no nos están escuchando. Una vez John Lennon dijo que “no vinieron a escuchar a The Beatles, vinieron a ver a The Beatles”, algo así estaba aconteciendo en ese momento. Al público prácticamente no le importaba lo que sucedía sobre el escenario, el show eran ellos mismos saltando, cantando, tirando bengalas, humo, el público tiene un ego demasiado grande, compite contra otros públicos de otras bandas, y entonces ya no importa si el grupo musical en cuestión es bueno o malo, mientras ellos demuestren que tienen aguante, y que no paran de gritar un segundo. Me pregunto durante el puente de alguna canción, previo al estribillo que hará explotar a los fans, cual es el sentido de componer melodías a tres voces, hacer arreglos de cuerdas, enloquecer frente a un piano, derretir mi cerebro para que todas las canciones queden presentables, sufrir el pánico previo a cada salida de disco creyendo que todas las canciones son feas, discutir y pelear con los demás en los ensayos, las pruebas de sonido, y todo para nada, porque al final de cuentas nada de eso importa, solo importa que la batería marque el bombo en negra y la gente se encarga del resto.
Me pierdo en mis pensamientos, odio literalmente al público que no me aprecia, me pierdo en la canción, le erro de acorde, pifio también la melodía, estoy en cualquier lado, Braian trata de salvar las papas nuevamente con un solo de guitarra, Lole hace un arreglo interminable con su redoblante para darme tiempo a reaccionar, pero estoy demasiado perdido, ni siquiera sé que tema estamos tocando. Siento bronca e impotencia. Los quiero mandar a todos a la mierda y decirles que no entienden nada. Siento presión en el pecho y el ataque de pánico es inminente. Pienso en Ángela y necesito refugiarme en sus brazos, solo ella me calma en esos momentos, siempre me dice “no dramatices”, y los patitos regresan a su lugar, vuelvo a respirar con normalidad. Pero ella no está.
Bauer se acerca a mí y me dice al oído que “esto no da para más”, la canción ya no tiene arreglo, no hay forma de volver a la armonía y melodía, estamos fuera de tiempo, Lole y Ton, inclusive, ya dejaron de tocar hace un par de compases. El micrófono está abierto y todos escuchan la frase que increíblemente pasará a la historia, el público aplaude, celebra, festeja, con el tiempo se harían banderas con esas palabras, se estamparían remeras, una locura demencial.
Dejamos de tocar. Lole me putea desde el fondo. Me doy vuelta y le digo que si Ángela estuviese acá esto no habría pasado. La culpo a ella por la ausencia de mi chica. Me señala con el palillo de la batería y no alcanzo a oír lo que me dice, pero sé que no son piropos ni cariñitos. Solo para provocarla toco en mi teclado los acordes de Represión, el emblemático tema de los Violadores. Lole explota.
-No le festejen todo chicos, pasaron cosas graves afuera, hay gente internada – dice desde su micrófono.
La gente obedece y se calla. Yo estallo. Me doy vuelta y le grito que no se meta, que es mi banda y por ende mi público.  Ella parece no inmutarse, y con un suave “paramos cinco minutos chicos, ya volvemos” se retira del escenario directo a los camarines. Yo corro tras ella con todas las intenciones de matarla, o al menos golpearla con brutalidad. La gente de seguridad me detiene a tiempo. Lole me mira desde el rincón asustada, jamás se imaginó que mi reacción podría ser esa.
Finalmente luego de varios minutos de interminables insultos y empujones me calmo, me tranquilizo. Rompo en llanto y Dolores no tiene otra alternativa que consolarme, yo sé que en el fondo me entiende, y que es solo cuestión de tiempo para que esta bronca que hay entre los dos se apacigüe. Me pregunta si puedo quedarme solo un par de minutos, le digo que sí. Ella se aleja y habla desde su celular con alguien, lo hace en voz baja. Escucho al público impacientarse. Cantan que si no salimos de nuevo se va a armar quilombo, putean a la policía, a Pappo, comienzan los silbidos y aplausos y el aire se enrarece, todo se torna más tenso. Dolores se me acerca y me pasa el celular para que hable.
-Hola amor, ¿qué pasó? – del otro lado Ángela suena más dulce que nunca, y la paz regresa a mí, y si afuera la gente se mata ya deja de ser mi problema.
Ángela me dice que está bien, que ya pasó lo peor, que no le importan las vueltas legales que su familia pueda llegar a hacer, que ella va a estar siempre conmigo, que lo que le pasó fue solo un susto, que me necesita a su lado para poder mejorarse, y varias mentiras más, sé que me está mintiendo, pero me genera ternura que mienta así para hacerme sentir bien. Uno no miente por cualquiera, miente por alguien a quien quiere, las mentiras piadosas encierran en sí un amor incondicional. Vuelvo a pensar por mí mismo, regreso a la realidad. El zumbido desaparece y todo vuelve a ser normal.
-Tenemos que salir – me susurra Dolores apoyando su mano contra mi hombro. Asiento.
Regresamos a escena bajo una lluvia de aplausos. El público coreó mi nombre hasta que los interrumpimos con los acordes de Lucy Goes, una bonita canción con un estribillo pegadizo con destino de hit radial.
De repente todo eso que tanto odiaba ahora lo disfruto. Ese es el poder de Ángela sobre mí, y tengo tiempo de alejarme mentalmente a un tema de Javier Calamaro, donde afirma que “el poder que tenés sobre mí ya me aleja de la oscuridad”, y entonces la gente saltando y cantando ya no me molesta, ya no me importa que no nos estén escuchando, somos la excusa perfecta para que esa gente pase un buen momento, somos mártires que sufren para que otros sean felices, y eso en el fondo me reconforta. Arengo al público diciéndoles que qué les pasa que están tan cansados, y por una cuestión de mero orgullo los cantos se intensifican, y nadie se atreve a permanecer quieto por temor a ser tildado de pecho frío o careta. Cuando las luces los iluminan puedo ver las sonrisas en sus rostros, algunos viajaron desde muy lejos, están sin dormir, sin comer, afuera la policía los cagó a palos, y aun así están felices. Ángela puede hacerme ver el lado positivo de las cosas. Gracias a ella puedo ver y disfrutar la belleza del caos, ella me hace sentir que “sacar belleza de este caos es virtud”.
Al tocar la canción Cowgirl todo se desmadró, esa es una canción que compuse para Ángela, para que pudiera mantener el ritmo al compás del bombo en negra en 128 BPM, sé que le gustó, y se tomó con humor el título del tema, que hace referencia a su postura favorita.
-Hago el amor a 128 BPM – se ríe cuando está de buen humor, y verla reír es hermoso, es, simplemente, “una copa de la mejor cuando se ríe”.
La mayoría de las mujeres presentes se quitaron las remeras y sostenes, dejando sus pechos al aire, cabalgando sobre los hombres de los hombros que las sostenían. ¿El problema? Algunas eran menores de edad, y además había un fiscal actuando de oficio, quien no tardaría en denunciarme por incentivar a la promiscuidad y obscenidades en público. Así de al pedo está la justicia en Argentina.
El show terminó con el himno Warsaw, coreado por todos con los encendedores en alto haciendo flamear las llamas, y Whisky puso punto final a la velada.
El regreso al hotel fue similar al de nuestro show pasado. Bauer se fue con una hermosa rubia, Ton sacaba punta a sus lápices porque había conseguido dos chicas que posarían para él, Dolores y su pasajera pareja se fueron sin despedirse despertando los ratones de todos los presentes.
En el hotel me esperaba una inmensa guardia de periodistas a los que ignoré por completo a sabiendas que no tardarían en carnearme en vivo desde sus respectivos programas. Mi habitación estaba extrañamente ordenada, fría, oscura y solitaria. Envié un par de mensajes a Ángela pero no obtuve respuesta a pesar de ver que los mensajes habían sido recibidos y leídos.
Siempre llevo conmigo cuando viajo un ejemplar de Sobre Héroes y Tumbas o El Túnel que leo aleatoriamente en la página que caiga al abrir el libro, la literatura es una buena medicina para dormir. Claro que con el grado de insomnio avanzado que poseo las páginas se suceden una tras otra y el sueño no llega. Reflexiono sobre las novelas de Sábato, en El Túnel mata a la mujer que ama, y en Sobre Héroes y Tumbas muere la mujer que amamos todos. Pienso en Ángela. ¿Qué estaría haciendo? ¿Qué pensaría? ¿Estaría soñando?
Me doy cuenta que no puedo vivir sin ella, y eso es un problema. Nuevamente Calamaro regresa a mí con su doloroso “ella no va a volver y la pena me empieza a crecer adentro”, no hay plan B. Es ella o ninguna, básicamente porque no existe otra persona capaz de soportarme, digamos, yo podría enamorarme de miles de mujeres más, pero ninguna de esas miles concretaría un amor real hacia mí. Pero al hacer esa reflexión interna pienso que nada me garantiza que Ángela sí sienta amor por mí.
Soy mi propio verdugo. Soy el prisionero bajo la guillotina y el hombre en cuero con una capucha negra en la cabeza. Soy el pez, la boca y el anzuelo. Siempre supe, o al menos sospeché, que al final solo seriamos mi mente y yo. Mi poema Silencio Estampado pudo haber funcionado en su momento como algo visionario, “¿Soy yo en tu cuerpo o vos en mi mente?”, para el caso es lo mismo. Me encontraba solo por mis propios actos. Abandonado. Frustrado. Con culpa.
Ángela es una tentación constante, tenerla ebria o drogada solo para mí es un acto de egoísmo sin precedentes. Ella es una mujer libre y eso me altera, me desacomoda la estantería, odio su libertad. Escribo en mi libreta de poemas “cuidado nena, se te enfría en corazón con tanta libertad”, algún día eso será un poema completo.
La única forma de tenerla conmigo es haciéndole daño, y eso casi la lleva a la muerte en un par de ocasiones. Soy el autor intelectual de estos crímenes perfectos, y sin darme cuenta, también soy víctima de ellos.


miércoles, 8 de junio de 2016

Muñeca Rota

El sabor amargo de una droga recetada
la lluvia que no permite pasear a los perros
el insomnio que empieza a ser un problema
los sueños perdidos y olvidados
los sueños viejos cambiados por sueños nuevos
el frío
la metáfora incomprensible
el simbolismo
lo urbano
una chica golpeada por su novio
un hombre gritando un gol emocionado
una madre que llora
dos amantes que se enamoran
una tormenta anunciada llega en tiempo y forma
el mar crece
los árboles suenan
una copa de vino vacía en la mesa de un bar
el humo del cigarrillo formando siluetas
los ojos tristes de un amor platónico
la sensualidad de una bailarina de tango
un beso sutil que nadie ve
una muñeca rota
y un gran trapecio.

lunes, 6 de junio de 2016

Crímenes Perfectos - Capítulo II

Tengo insomnio.
Siempre tengo insomnio.
Los medios de comunicación formaron un circo mediático alrededor del lugar del recital. Un cerco vallado como si se tratara de algo de suma importancia. Pienso que tal vez algo realmente importante debe estar sucediendo en el país y que nos utilizan a nosotros para tapar todo eso. Las combis con sus móviles en vivo adornaron la silenciosa ciudad. Cámaras, flashes, entrevistas a los seguidores. Amarillismo.
-Se abusó de mí, me besó a la fuerza y después hizo que me echaran los de seguridad – dijo a las cámaras la groupie que había estado en el hotel el el día anterior.
La periodista le preguntó entonces por qué estaba allí feliz de la vida si sentía que yo le había hecho eso que denunciaba, y si tenía pensado actuar de manera legal.
-Porque sí loco, porque sí, se le perdona todo a él, ¡¡vamo’ Rocker!!
Y el coro de gente que se encontraba detrás de ella comenzó con el cántico de guerra y su “oohh, Educadores, es un sentimiento, no puedo parar, olé, olé, olé”. Todos saltaban, sus caras pasaban veloces por la cámara que filmaba en vivo, mientras la notera luchaba por hablar y describir la pasión del público, sujetando sus auriculares con fuerza y saltando por inercia con el resto de los fans que la apretujaban.
Los entendidos desde los estudios criticaban mi accionar, diciendo que sacaba ventajas de mi desmerecido y precario estrellato, y que algún día se unirían muchas chicas y me harían una denuncia colectiva, inclusive un abogado ya se estaba postulando desde un programa de televisión, y afirmaba tener a varias denunciantes listas para atacar. También aparecieron los especialistas en análisis literarios, describiendo mis poemas, descubriéndolos, buscando metáforas donde no las hay. Hasta aparecieron ejemplares físicos de mis libros en plena pantalla, jamás sabré como los consiguieron. Destacan el poema “Silencio Estampado” y comienzan a delinear cuales son mis influencias, y desde allí me crean un perfil psicológico.
-Claramente estamos en presencia de un ser perturbado – manifestaba un especialista del “no sé qué” desde el monitor.
Estoy en el camarín. Escucho el griterío de la gente que está en la calle. Formaron pequeños grupos. Cantan, escuchan las canciones a todo volumen. Hacen asados en la calle. Cuelgan las banderas y beben agua. La policía se pasea amenazante por la zona dispuesta a generar disturbios. La paz pende de un hilo. Una simple chispita desembocaría en una guerra civil. Ambos bandos están dispuestos a pelear, solo necesitan una excusa. Apago la tele cuando una ex novia aparece a denigrarme por un segundo de fama, me acusa de haberla maltratado psicológicamente, dice que yo era distante, y utiliza palabras como “sádico y pervertido” para describirme, además enumera un par de cosas íntimas, como que me gusta tomar leche chocolatada y cocinar bizcochuelos, pienso en qué carajo le habré visto a esa mina, después me acuerdo de la perfección de su culo y entiendo todo.
La puerta del camarín se abre, es Braian que viene a informarme sobre el estado de salud de Ángela. Anoche tuvo una pequeña recaída. No solo no me dirigió la palabra durante todo el día, sino que se encerró en el baño a beber y tomar. Debimos llamar a un cerrajero para que abriera la puerta, para encontrarla a ella tirada en la bañera con sangre en su nariz y rodeada de botellas de ron y tequila.
El resto fue similar a la última vez, una poco recomendable rutina. Internación, lavados, milagros y recomendaciones. Esta vez fue más grave. Según los médicos estuvo muerta unos segundos hasta que pudieron reanimarla. La familia va a presentar un recurso de no sé qué para internarla por la fuerza, y tratarán de impedir también de forma legal que yo me acerque a X cantidad de metros.
Dolores está que vuela. Yo no quiero tocar. Dolores quiere matarme. Yo sé que suspender el show generaría disturbios en la calle, represión policial y saqueos. ¿Cómo fue que pasé de hacer música electrónica desde mi computadora personal para contra restar el aburrimiento a esto? ¿En qué momento se me fue todo al carajo? Y peor aún, ¿cómo pude permitirlo? Culpo al insomnio, por supuesto. Cuando no tengo a quien culpar, o pretendo lavarme las manos, culpo al insomnio. Se me viene a la mente mi poema Silencio Estampado, en él me pregunto si “¿ahora sos vos el mismo de ayer?”, quizás. Me duermo cuando las puertas del lugar se abren para el ingreso de la gente. Comienzo a soñar, como siempre, pesadillas.
Estoy recostado sobre una cama blanca, con sábanas blancas, las paredes blancas, luz blanca, todo blanco, me siento en paz. Me levanto y miro el vidrio de una ventana lateral, allí veo mi reflejo, mi rostro, de pronto las sombras comienzan a ganar terreno en el ambiente, y el blanco va decreciendo, las sábanas se tornan negras, las paredes también, el reflejo del vidrio se oscurece, un zumbido abriga mi oído, se me viene a la mente Ricky Espinosa y su “blanco es el color del infierno”, la imagen del reflejo empieza a mutar, sus ojos se ennegrecen, su boca se abre y allí hay colmillos filosos, se ríe, me mira y se ríe a carcajadas, el zumbido ya es una bola de sonidos, la risa suena distorsionada, yo grito en el momento justo en que el Diablo se abalanza sobre mí.
Abro los ojos. Intento gritar pero mi voz no sale. Esta vez sí estoy realmente asustado. Esta vez la pesadilla fue un paso más allá. Esta vez hasta creo haber sentido el contacto físico con el Demonio. Braian viene a buscarme, me dice que tenemos que salir a tocar lo más puntuales posible, que afuera es un desastre, que la policía reprimió, que hay gente internada, que los noticieros están todos con los cubiertos en la mano, “ojos con dos pupilas te van a matar”, la presión en el pecho y en la nuca son concretas, pienso en Ángela, me gustaría creer que está viendo todo y que se apiada de mí, pero también sospecho que parte de su ser debe estar pensando que me lo merezco, y a quien tenga a su lado le debe estar diciendo “que se joda por pelotudo”. Braian también me dice algo así como que detrás del escenario habrá un fiscal trabajando de oficio en comunicación directa con un juez, y que a la “primera de cambio” nos va a denunciar. Propongo desde la sensatez suspender el show.
-¿Vos estás loco?
Con el control remoto enciende el televisor. Busca algún canal de noticias, para el caso es lo mismo, el evento está en cadena nacional. Los camiones hidrantes coparon las adyacencias del lugar. Gendarmería formó un cordón de protección al resto de los policías que arrojan gases. Todo es humo. Los Educandos, es decir, nuestros seguidores, están en cuero, con sus remeras formaron máscaras para contra restar los efectos de los gases, arrojan piedras, palos, bombas molotov. Tienen varios gritos de guerra, como si fuesen antiguas tribus que están defendiendo su soberanía. A veces corean mi nombre, otras entonan la melodía de European Movie y tengo el presentimiento de que si esa canción es tocada en vivo las cosas se pueden ir al carajo, aunque también sé que no tocarla tampoco es buen plan. De todas maneras la lista de temas ya está hecha y no puede ser modificada, más que nada porque no hay diálogo entre los miembros del grupo, “ya no da para frenar”, dice la linda de Analia Boccomino.
Salgo al pasillo. Dolores discute a los gritos con un hombre vestido de traje que supongo es el fiscal. Debe ser un metido en la vida de sus hijos, ¿quién lo llama a actuar de oficio? Por lo que entiendo ellos no pueden dar garantías de nada, y piensan responsabilizarnos a nosotros de todo lo que pueda llegar a ocurrir. Si todo sale bien será gracias a ellos, si todo sale mal seremos el chivo expiatorio. Simple.
Hay que salir a escena puntual para que no comience a circular el rumor de que el show fue suspendido. Afuera la guerra. Adentro no cabe un alma. Pienso otra vez en Ángela mientras me calzo el disfraz de Rocker, gafas redondas, gorra de jean con visera y auriculares, ella yacía semi desnuda sobre su propio charco de vómito, fue la última vez que la vi, se la llevaron los doctores y ya no pude verla, y quizás no pueda hacerlo por un tiempo. Dolores señala con el dedo índice al fiscal a la vez que le dice que es un hijo de puta, pasa a mi lado y ni me mira, agarra los palillos de su batería, putea al aire y nos obliga a subir a tocar.
Esta vez no hay charla técnica ni arengas.
Esta vez estamos jugados, desnudos, sin fichas, con un pucho en la boca y con los ojos vendados contra un paredón.

Preparen. Apunten. Fuego.

viernes, 3 de junio de 2016

No me habla de Amor

Ella no me habla de amor
tiene otras pasiones de las cuales hablar,
por ejemplo, es cinéfila
estudió cine y es aficionada a la fotografía
sabe hablar inglés y estudia italiano,
a veces sus padres le prestan el auto
otras veces camina,
lo hace por la playa
en el circuito aeróbico del parque
o simplemente va a pie
a los cursos a los que concurre.
Ella no me habla de amor
me dice que se siente frustrada
sus ojos brillan cuando sonríe
y es linda cuando eso sucede
pero generalmente están apagados
pensantes
tristes
dormidos
distantes
me pregunto qué cosas la harán feliz
cuando habrá sido su último momento
de felicidad y con quién habrá sido.
A veces la observo durante largos
segundos, tratando en vano
que nuestras miradas se crucen
y generen algún tipo de vínculo
alguna extraña complicidad que nunca llega.
Ella no me habla de amor
no sé si está en pareja
ni cuantos novios tuvo,
no sé si le gusta ver el amanecer
ni que tipo de literatura guarda
en su biblioteca.
No sé a cuantos hombres habrán besado
sus labios, o si alguna vez habrán
besado a una mujer
no sé cuando fue la última vez que lloró
ni el motivo.
Solo sé que cada vez que la veo llegar
algo en mi interior cambia, se estremece
y me obliga a ser mejor
educado
atento
caballero.
También sé que nunca la veré desnuda
ni con sus ojos cerrados
y lo que es mucho peor
sé que nunca llegaré
realmente a conocerla.

miércoles, 1 de junio de 2016

Algunas consideraciones sobre el uso adecuado del Sentido Común y la Razón

Resulta que el país gobernado por Cristina era una Maravilla, y de pronto, ooppss, llegó Mauricio y destruyó todo, porque Mauricio es malo e hincha de Boca, pero veamos, utilicemos por un segundo el sentido común.
El país de Cristina era un país subsidiado a mansalva, y el sentido común me dice que si un país depende de su estabilidad pura y exclusivamente de sus subsidios hay, al menos, algo que no está funcionando.
Un ejemplo concreto. Pepito trabajaba en una empresa, lo despidieron, el estado, como corresponde le da asilo, un precario seguro de desempleo y algún que otro plan trabajar. El discurso (le llaman relato también) dice que el país crece, pero varios años después Pepito continúa cobrando su precario plan de desempleo y su plan social. Aquí ocurren, al menos, dos cosas; o bien Pepito se durmió en los laureles y prefirió no buscar trabajo porque no tiene sentido hacerlo, si total el estado lo mantiene, o todo lo contrario, Pepito salió a buscar empleo y no lo consiguió.
¿What?
¿Pero no le iba bien al país? ¿No estábamos en un constante crecimiento? ¿No había un exagerado consumo interno?
Bueno, el sentido común informa que, o Pepito es un ñoqui (con el perdón de las pastas) o bien al país no le estaba yendo tan bien, porque si después de varios años Pepito no encontró trabajo… se entiende, no?
Otro absurdo es cuando el peronismo, (que se llama partido justicialista cuando le conviene, peronismo cuando le conviene, kirchnerismo, menemismo, etc.) plantea que ellos son un movimiento amplio, grande, con distintas ideas, y que por ese espíritu democrático a veces se permiten discrepar entre ellos, porque no hay nada más lindo en la democracia que discrepar con el otro. Ahora bien, se forma este conglomerado “Cambiemos”, que pretende ser un espacio amplio también, con distintas ideas, un lugar democrático donde poder discrepar, sin embargo ellos son motivos de críticas por esto, y burlas, le hacen Bullyng a Vidal, los mismos que decían que a Cristina la atacaban por ser mujer son los mismos que hoy atacan a Vidal, en fin, quiero decir que para el peronismo ellos son los únicos que pueden ser un espacio amplio, abierto y democrático donde debatir distintas ideas, el resto son solo alianzas.
Desde el peronismo (justicialismo, ya no sé cómo llamarlos) llegaron al poder personajes que nada tienen que ver entre ellos, o lo tuvieron en su momento pero se traicionaron mutuamente siendo extremadamente leales, porque si de algo saben estos muchachos es de lealtad, hasta tienen una fecha para celebrarla. Supongo que Menem es lo mismo que Duhalde, y que el cabezón piensa igual que Néstor, y que Cristina es lo mismo que Menem, y que Scioli y Sergio son clones, y no entiendo por qué ponen a De la Sota enfrentado con Urtubey. ¿No son todos peronistas? O sea, no se pueden poner de acuerdo entre ellos, y critican al gobierno actual cuando Lilita piensa distinto que Gabriela. ¿No es buenísmo?
Hacé lo que yo digo, pero no lo que yo hago.
Analicemos muy por encima algunas otras cuestiones. Los que hoy se quejan cuando el ministro de economía dice que la suba de los servicios es tan solo dos pizzas son los mismos que seguramente comieron por seis (¡SEIS!) pesos por día. Los mismos que hoy afirman que hay inflación son los mismos que durante los últimos 12 años seguramente han podido ahorrar, porque en Argentina hay inflación desde el 11 de diciembre del 2015, el que no juntó plata hasta ese entonces es porque no quiso, si en un país donde hay trabajo genuino, seguridad financiera y sin inflación no ahorrar sería un pecado. Ruega por nosotros pecadores. Los mismos que creían en un INDEC mentiroso son los mismos que hoy llorisquean porque no hay INDEC. Los mismos que reprimieron en Tucumán el 25 de Mayo son los mismos que hoy se quejan de las represiones. A los que hoy se quejan por los docentes en la provincia de Buenos Aires les preguntaría dónde carajo estuvieron, al menos, los últimos 8 años.
El blanqueo de capitales propuesto por el kirchnerismo estaba bien. El planteado por el macrismo está mal. El macrismo pretende pagarle los juicios a los jubilados, en muy cómodas cuotas, es cierto, seguramente los viejos se mueran antes de recibir el total de la suma, pero…¿Cuánto pagó Cristina a los jubilados? Uno, siempre (SIEMPRE) es más que cero.
Los que celebraron y aplaudieron la negativa a votar una ley anti despidos son los que hoy le dicen facho a Mauricio porque… VETÓ UNA LEY ANTI DESPIDOS!!!! ¿No es genial? Estos tipos consumen de la buena, les pega que da calambre, y lo peor es que no convidan ni un poco, no dejan ni un poco.
Los que hoy exigen un 82% móvil para los jubilados son los mismos que no dijeron nada durante 12 años acerca del 82% móvil.
Los que decían que en Argentina no había pobres son los que hoy se quejan de la pobreza, o sea, ni el más bobo de los políticos puede hacer que en 5 o 6 meses el número de pobres pase de 0 (cero) a 7 millones (SIETE MILLONES). Hundir el Titanic es más difícil de lo que parece.
Resulta que Cristina era la presidenta de todos, pero Mauricio es TU PRESIDENTE. ¿Y la democracia? Bien, gracias.
Hoy el querido Daniel reclama por las rutas que él mismo no arregló durante 8 años. Supongo que le quedó agua en el cerebro.
El núcleo duro, como lo llaman, dicenque si Cristina va presa se pudre todo, porque ella es pueblo, y el pueblo la ama, bueno, pero si de amor se trata los alemanes supieron amar a un tal Adolfo.
Time Warp, gestión macrista, cantidad de muertos 5.
Cromagñón, gestión kirchnerista, cantidad de muertos 194.
Once, gestión kirchnerista, cantidad de muertos, 51.
No hay más comentarios.
Dicen que Cristina es una genia política, una estratega de alta gama. Sin embargo Lázaro robó frente a sus ojos y ella no se dio cuenta, puede pasar, son detalles. Cristobal robó frente a ella, y pobrecita no se dio cuenta, estaba muy ocupada mirando Game og Throne, puede pasar. Jaime robó delante de ella, De Vido robó delante de ella, Etchegaray se hizo el boludo delante de ella. ¿Dónde está la genialidad? Venía cualquiera y hacía lo que quería frente a sus narices y ella no se daba cuenta. Tampoco se dio cuenta de la infidelidad de Néstor, y encima pobre víctima inmaculada Bonadío la quiere meter presa, porque Bonadío es malo, y responde a intereses empresariales. Y Cristina es la revolución anti imperialista, sin bien tiene algunos hoteles 5 estrellas, pero ese es tan solo un detalle.
El mismo canal que dijo que Scioli era nuestro nuevo presidente es el mismo canal que ahora dice que la plata que aparece en el video de la rosadita es de Macri.
¿WHAT?
Supongamos que es cierto. ¿Cuál es el problema, si es tan solo gente contando plata?
Macri tiene sociedad en Panamá. ¿Y? ¿Cuál es?
O sea que como Macri hace las cosas mal, eso habilita a Cristina, o la justifica, en sus propias cosas mal hechas. Cristina es chorra, si, si, pero Mauricio también eh. ¿Y entonces?
¿Qué el presidente de hoy sea corrupto desestima o habilita o perdona la corrupción del gobierno anterior?
Hay dos cosas que tenés que saber, lo único que hizo Néstor fue bajar un cuadro, y Cristina te robó, sábelo.
Se jactan de llenar plazas, como si cantidad significara calidad. Bandana llenaba estadios y Sumo a duras penas juntaba 200 personas. Brtiney Spears llena estadios, y los músicos de jazz tocan en bares.
Miren hacia adelante, y si la neblina del fanatismo se los permite, verán en el horizonte una fina luz que indica que el amanecer está llegando, y recuerden, siempre, que todo esto con Grondona no pasaba.