![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglJ_uuGwVsx3Bo2-CGjBQtLLd_Lpodhd-qLIfp2Cd3JZvJTmkp_RnQ5ZvStt9UtDP_iKmmBTNrONSgfAD9lsVG03Al3qy_otJQVH5tnBjQq9QYxyWsDn10lwTdjwAofpdNy6MXcmtxmA/s320/rooo+-+copia.jpg)
¿Qué
harías al no tener respuestas?
¿Qué
harías al no tener dudas?
¿Qué
queda cuando ya no queda nada?
¿Insistimos
por el mismo camino, tercos, convencidos y firmes, o cambiamos de plan y nos
convertimos en todo aquello que alguna vez criticamos, y hasta llegamos a
odiar?
¿Cómo
darnos cuanta si avanzamos por instinto o inercia?
¿Qué
hacer cuando el rival se te viene encima con furia, te acecha, te roba
seguridad, te maltrata psicológicamente, y salir jugando ya no es una opción
viable?
¿A
dónde ir cuando huir ya no tiene sentido?
¿En
qué momento es válido entregarse?
Solemos
decir que hay que morir con las botas puestas, pero… ¿Cuántas veces viste a la
muerte a los ojos y la desafiaste ajustándote los cordones?
¿Podemos
presumir de nuestro espíritu anárquico?
¿Cuántas
veces ofertaron por tu alma?
El
mejor Postor aún no llega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario