“Nos quisimos tanto,
que nos herimos tanto”
Pato Duhalde.
Tengo
insomnio.
Siempre
tengo insomnio.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWNAcUwNGNJBg2ReIqj2i8cknssHU7uOTjA-hCXVIMPO_tnmwtue0nSuFTFHTKFwoPW4zAejnFbJDdURx-7lpSR3rxWbaoLoyGlE8KXSnppKWaSWRNvQXEef3K0LdjspsRLPszAilVuA/s320/F27.jpg)
El
doctor luego de varios zamarreos pudo hacerme regresar. Yo le decía que no
podía respirar, que no ingresaba oxígeno en mis pulmones. Me hizo entender que
en un ataque de ese tipo los “no sé qué” se dilatan y que ingresa más oxigeno
que nunca. Fin del cuento. Me calmé. Desde entonces el pánico está, pero ya sin
escenas de muerte. Para todo lo demás existe la Sertralina y el Clonazepam.
Uno
convive con todo eso. Hasta se le termina tomando cariño. Si no hay síntomas
por algunos días hasta se los extraña. Así cuando se siente una fuerte puntada
en la cabeza es imposible saber si es un principio de ACV o simplemente el
pánico. Lo mismo ocurre con el dolor en el pecho, ¿infarto o pánico?, ¿gripe o
pánico?, ¿neumonía o pánico?, ¿cáncer o pánico? Siempre pienso que a lo mejor
algún día sufriré un infarto verdadero, pero que acostumbrado a los presiones
en el pecho diría “ya se va a pasar”, y la historieta terminará conmigo
reprochándole a Dios por mi absurda muerte.
-Usted
no tiene códigos – le diría yo.
Él solo
se encogerá de hombros, y reflexivo de su error me permitirá bajar al infierno
los fines de semana.
De esta
forma paso mis días. Delirando sin escrúpulos. Sin vergüenza. Con pasión y
creatividad excesiva. Con fiebre. Sobre todo fiebre.
Ángela
no se asusta de todo eso, y quizás sea eso lo que me atrae de ella. A su lado
puedo ser yo mismo sin necesidad de actuar, fingir o mentir. Me quiere y me
odia por lo que soy. Frente a ella puedo decir frases como “soy un vampiro”,
“estoy poseído”, “sueño con el Diablo”, y aun así ella permanecerá a mi lado,
cuando otra mujer, en condiciones iguales, saldría corriendo y me bloquearía de
todo tipo de contacto virtual y tecnológico, si es que no consigue la orden de
un juez para impedirme que me le acerque.
Estos
últimos días traté de contactarme con ella, pero sus padres no le permiten
atender el teléfono, lo contestan ellos, y después de relajarme a merecidas
puteadas me cuelgan. Estoy bloqueado en las redes sociales. Comienzo a
escribirle un poema, pero ya le hice tantos que me repito a mí mismo y lo tiro
a la basura, papelera de reciclaje en realidad. Lo mismo hago con la música,
empiezo a maquetear lo que será el nuevo disco de los Educadores cuando alguien
llama a mi puerta. Las opciones eran dos, o son esos que predican la palabra
del Señor o es Dolores, la única que viene mi casa sin previo aviso, el resto
de mis conocidos saben que deben anunciarse con tiempo y hasta pedir cita para
verme.
Por suerte
era Dolores, la última vez que atendí en unos Evangelistas me agarraron en un
momento de fragilidad emocional, los dejé ingresar, les ofrecí café y casi
logran convencerme que mi vida estaba llena de pecados y que debía redimirme,
además la minita estaba linda, y me pregunté si ella habría sido tan o más
pecadora que yo, y esa imagen me alegró el día, tal vez ella buscaba su perdón
predicando la palabra de Dios puerta por puerta.
-El
cielo es un lugar caro – pienso.
Dolores
me dice que surgió la posibilidad de tocar en La Paz, en Bolivia, y que gracias
a Braian íbamos a tocar en Bruselas, porque conocía a alguien que conocía a un
productor que escuchó nuestros discos y nos quería llevar a tocar hasta allá.
Lo daba como una certeza, algo confirmado. Yo no había vuelto a hablar con ella
luego del show de San Luis, hacía unas tres semanas.
-¿No
estás enojada? – le pregunto.
-¿Enojada?
– hace una pausa – No boludo…
Apoya
su mano sobre mi hombro y me dice que “somos dos cabrones, nada más”. Dolores
es otra de las personas que no huye de mis trastornos, y eso me reconforta. Le
pregunto si sabe algo de Ángela, me dice que está bien, pero que “ni por puta”
va a poder venir a la gira, y que apenas termine con el tratamiento que le
obligaron a hacer sus padres tiene muchas ganas de verme. Una parte de mi alma
regresa a mi cuerpo, supongo que se me nota en la cara.
-Ay, la
querés – se burla Dolores.
Le hago
ver que sin Ángela no tengo un sostén psicológico ni físico, y que la prensa
nos va a enloquecer. Me dice que ya pensó en todo, y que habló con Victoria y
ella va a viajar con nosotros para hacer de “chivo expiatorio”, la prensa al
verla se tiraría encima de ella y me dejaría tranquilo a mí.
-Vicky
está con unos problemitas graves con su ex pareja – me cuenta – Así que no
tiene problemas en viajar con nosotros, ya sabe que va como carne de cañón y
está de acuerdo en ayudarnos. Ya consiguió quien cuide a Tadeo y todo.
Una parte
de mí se sintió aliviado. Pero otra, la más oscura, sintió celos de Vicky, que
me quite protagonismo en mi propia gira no era algo que me gustara demasiado.
Tuvimos
que hacer una reunión con ella para aclarar algunas cosas. Yo iba directo a la
yugular, quería que supiera que la estrella de este proyecto era yo, que no se
confundiera, que si prefería quedarse quizás sea lo mejor; pero la noté
bajoneada de verdad, sus ojos no brillaban como era su costumbre. Guardé
silencio mientras ella me contaba los problemas que estaba teniendo. Había
vuelto a beber y no estaba comiendo bien, además de las ya insoportables peleas
con su ex novio.
-Voy
porque me lo pidió Dolores – me aclara sin pelos en la lengua – Vos me parece
que estás subido al poni mal, estás re creído.
Allí mi
piedad finalizó y contra ataqué con la más pesada de las municiones.
“Dos
que se quieren se dicen cualquier cosa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario