viernes, 7 de abril de 2017

Adelanto I de Ceremonia

Se cree que el doctor Hans Knock no trataba personalmente a los pacientes, sino que a través de informes de otros doctores él recomendaba que tratamiento seguir. Inclusive muchos Internos eran dados de alta luego de años de internación sin siquiera haberle visto la cara al director.
Con Victoria hizo una excepción. El caso de la chica bien ameritaba, según su criterio, hacerse presente.
-¿Sabés por qué estás acá? – le preguntó Hans luego de finalizada la Ceremonia de bienvenida.
-Porque no entendieron que estaba jugando, no quise matar a nadie, ya estamos todos muertos, no podemos morir.
El doctor, emulando la absurda teoría de Viktor Frankl, apoyó sobre el escritorio una pistola y desafió a Victoria a volarse la cabeza en ese preciso momento.
-Yo no desafiaría a un loco, doctor… - sonrió Vicky, como era conocida en el barrio.
-Entonces no sos tan inmortal.
-Voy a ser inmortal hasta que se demuestre lo contrario.
Knock, que estaba grabando la conversación en su grabadora analógica presionó el botón de STOP para detener todo tipo de pruebas y evidencias.
-¿Quién sos? – le preguntó, también desafiándola.
-Soy todo lo que dicen que soy, soy todo lo que quieren que sea, soy lo que idealizan en mí, soy tu frustración, soy a lo que le temen, soy la esperanza, el talento y la mentira, soy la ansiedad – Vicky tomó la pistola y la llevó a su boca, miró al doctor y jaló el gatillo, la bala, por supuesto, no salió – Soy el misterio.

La chica se puso de pie y se retiró sin voltearse ni despedirse.

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