lunes, 24 de octubre de 2016

Boceto 2017

Segundos antes de la locura su novio pudo comunicarse con su familia, quienes dieron aviso a la policía, quienes llegaron al lugar de los acontecimientos antes que el suceso se convierta en la tragedia perfecta. Discusión de pareja donde ella perdió la razón y comenzó a perseguirlo  a él con un cuchillo en la mano, mientras su único hijo de tres años lloraba desde el suelo donde minutos antes jugaba plácidamente con un rompecabezas y un video clip de Nirvana sonaba a todo volumen desde el televisor.
Los oficiales se dieron cuenta que la situación ameritaba más la intervención médica que la policial, así entonces luego de separar a los individuos y de poner en resguardo el niño, la joven y potencial criminal se encontraba esposada en el asiento trasero del patrullero, mientras sonreía y lanzaba sutiles risillas mientras balanceaba su cuerpo, su cabellera rubia cayendo desprolijamente sobre su cara impedía ver sus ojos, que se presumían abiertos como un dos de oro, perdidos y distantes.
El Secretario de la clínica llegó junto con la Enfermera en una pequeña pero lujosa ambulancia. El hombre bajó del vehículo y automáticamente arrojó al piso el cigarrillo que venía fumando. Lo pisó con fuerza con su zapato derecho, como si estuviese matando a un bicho cascarudo. Preguntó a uno de los oficiales cual era la situación y se acomodó sus gafas redondas y oscuras, apenas pasaba el mediodía y el sol estaba muy fuerte.
-Se volvió loca – explicó el policía.
-Supongo que tiene usted una formación académica sorprendente que le permite diagnosticar ese tipo de cosa, ¿o me equivoco?
- …
-¿Formación artística al menos?
-No, señor, no.
El Secretario le hizo un gesto con la cabeza a la Secretaria para que bajara de la ambulancia, un imperceptible cabezazo como si la estuviese invitando a bailar en un boliche retro. La mujer obedeció, caminó bordeando el vehículo sosteniendo unas carpetas en su mano derecha mientras que en la izquierda portaba un kit de primeros auxilios. No saludó.
El Secretario palmeó al policía y le explicó: “Solamente dos seres pueden distinguir a un loco de un sobrio, los doctores y los artistas”, el policía, que quería golpear a ese tipo masticó bronca y asintió.
-Entiendo – balbuceó el oficial – Ustedes son grandes doctores.

-Se equivoca amigo – bajó sus gafas para mirarlo a los ojos – Somos artistas.

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