Muchos creen que la clínica
psiquiátrica clandestina popularmente conocida como Ceremonia nunca existió,
otros prefieren pensar que se trata tan solo de una leyenda urbana, un mito de
la ciudad. Los más temerosos, en cambio, no quieren hablar del tema. Algunos,
desde las penumbras y el anonimato, afirman que continúa en funcionamiento.
El resultado de este libro es
el producto de una extensa y exhaustiva investigación que duró más de una
década, ya que luego del feroz incendio fueron más los interrogantes que las
certezas, y allí comencé la búsqueda sin saber siquiera que estaba buscando.
Busqué desde artículos periodísticos hasta archivos de la biblioteca, testimonios
de aparentes sobrevivientes, supuestos ex pacientes, ayuda de periodistas que
se interesaron en la historia, algunas pocas entrevistas personales con
médicos, y también, claro, en algunos rumores.
El puntapié inicial para este
trabajo, debo confesar, fue el hallazgo de un cuaderno, un diario íntimo que
llegó a mis manos de casualidad en una caja de madera que llevaba una A de
Anarquía en su tapa, la compré en una feria de artículos usados, y allí adentro
se encontraba el diario. Las hojas, algunas, estaban ilegibles, otras marchitadas
por el fuego, pero estaba entero. Allí había poemas, frases sueltas, entradas
sin fechas, dibujos y hasta obras de teatro.
De todas formas el libro que
usted está a punto de leer está gestado en clave de novela de ficción, y mis
abogados recomendaron que deje por escrito que tanto los hechos, como los
personajes que conforman estas hojas pertenecen al producto de mi imaginación,
y que cualquier similitud con la realidad pertenece a la más pura, arbitraria e
irónica de las casualidades.
Agrego, a sabiendas que puede
llegar a ser un dato insulso que no aporta nada, que según la primera hoja del
cuaderno hallado, el mismo perteneció al paciente número 4-002-210/3.
El paciente en cuestión era
una mujer.
Se llamaba Victoria.