miércoles, 18 de mayo de 2016

Partido y Pezones

Compartimos un adelanto de nuestro libro debut, Los Descocados.

Estoy sentado en una mesa redonda rodeado de gentes raras, creo que somos trece. El de Pelo Largo está creído que salva; el de Chiva dice que condena; los que quedan miran, embobados, la televisión haciendo un furioso y poco productivo zapping entre el partido del Pachuca y el toples de Pampita.
-Yo salvo.
-Yo condeno.
-Entonces somos enemigos.
-Eso creo…
-¡¡Silencio!! ¡¡Hay gol del Pachuca!! – lo que faltaba, abajo dos a uno contra un desconocido equipo de Arabia, o eso creo.
Pampita que ya se quitó el corpiño, pero la muy cabrona tapa sus senos y pezones con las manos.
 ¿Qué sentido tiene? ¿Cuál es el macabro plan que la hace ilusionarnos? Le pregunto al de Pelo Largo, él es entre nosotros el Sabelotodo.
-¿Qué sentido tiene?
-El sentido es provocar.
-Tiene sentido.
El de Chiva por su parte tiene poco trabajo por estos días, ha dejado de ser el más malo del mundo, y su capacidad para concretar milagros nunca fue muy buena que digamos. Nada de hacer volar, nada de enamorar gente, solo a duras penas, de vez en cuando, conseguía hacer millonario a alguien, y si andaba de buen humor obsequiaba sexo a mansalva con muchas mujeres relativamente hermosas; pero nada de enamorar gente.
-El amor es para maricones – refunfuñaba mientras negaba conceder ese tipo de deseos.
-Poné a ver cómo va el Pachuca – el Adicto, al parecer, había apostado por los mexicanos, que seguían perdiendo. ¿Hasta cuándo esta racha negativa? Le pregunta al de Chiva, Sabelotodo cuando le conviene.
-¿Hasta cuándo esta racha negativa?
-Con una firmita acá y otra por acá, te puedo asegurar la victoria de tu equipo – el de Chiva para los milagros frívolos es mandado a hacer – O de no ser posible la victoria, al menos aseguro un empate sobre la hora, de esos que se festejan más que una victoria.
-Mi alma por una victoria deportiva… mmm… ajam… bueno, firmo.
Lo que el Adicto no sabe es lo que acaba de hacer.
¿Y Pampita? Menea las caderas como ninguna, mueve sus nalgas que cotizan en bolsa, (¡¡Como sacude el culo!!) pero sus manos siguen tapando la parte más interesante. ¿Es un striptease? ¿Nadie le va a quitar la bombacha roja? Ya nadie mira el partido a pesar de la apuesta del Adicto, su alma poco nos importa. El de Pelo Largo reza como nunca rezó.
-Dios, oh todopoderoso, desintegra esa prenda roja.
Dios, milagroso cuando le conviene, no escucha las plegarias, ni mueve.
(¿Qué esperaban?)
-Con una firmita por acá y otra por acá, la Pampa queda en pelotas.
-¡¡GOOOL!!  - el Adicto grita el empate.
-Bueno, firmo, todo sea por la belleza – el de Pelo Largo cayó en la trampa nuevamente, y van… el de Chiva ríe y chasquea sus dedos.
Pampita levanta sus manos y dejando al descubierto  eso por lo que hemos esperado toda la noche, ¿es de noche?, pone cara de gato a la vez que su bombacha roja se desintegra.  El de Chiva, humilde, no se agranda por la magia que acaba de cometer. Todos festejan. Ella está cuidadosamente depilada, ni que lo hubiese planeado, la mina más bella del mundo está desnuda y desfila para que todos la vean.
Pico de rating.
¡¡Pampita está en bolas!!

Y yo, rodeado de toda esta gente rara, no puedo dejar de mirarla.

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